En la época de Bajo la máscara del placer, Marlene era quizá la bisexual más ocupada y apasionada del Berlín teatral. Era una seductora hábil e insaciable de directores, actores, actrices, activistas, no por las ventajas que eso pudiera reportarle, sino por la emoción, el gusto, el escalofrío emocional, la oportunidad de épater les bourgeois. El actor Klaus Kinski cuenta en su autobiografía la historia de su antigua novia, Edith Edwards, y «su relación con Marlene D., cuando ambas estaban empezando. Marlene rompió las bragas de Edith entre bastidores en un teatro de Berlín y, usando sólo la boca, la llevó al orgasmo». Entre los amigos berlineses de Marlene, un poco de demostración en público y una reputación picante añadían emoción a la alegría del nuevo sexo liberado de posguerra. Para la sumamente tímida Garbo, a la que Marlene estaba seduciendo ya abiertamente, la discreción era la esencia del sexo.
Durante seis décadas Marlene Dietrich y Greta Garbo pretendieron no haberse conocido nunca, ni antes, ni durante, ni después del rodaje de Bajo la máscara del placer, que duró desde el 12 de febrero al 26 de marzo de 1925.
4 comentarios:
Hace poco leí sobre Marlene...pero también leí que no era para nada una actríz buena, sino que todo lo contrario...
Que se yo, a mi me hubiese gustado nacer con ese algo especial que creo yo, tenía Marlene...
Chapó por las mujeres que en su época fueron a contracorriente.
Una mujer impactante, sin duda...
;)
Gracias a mujeres como ella, se han roto muchos moldes.
Muuuchos!
Quien dirias que es una Marlene en esta epoca?
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